¿Cómo llamarías al hombre que ha recibido su Awofaka? ¿Aleyo?
Si a la mujer la llamas Apetervi. Pudiera ser Omofa, pero quizás se entra en una contradicción pues hay quien considera que el Omofa es aquel que tiene hecho Ifa.
El hombre que recibe Awofakan no por eso debe ser nombrado como Omofá, aun cuando la mujer después del Ìkófá sea nombrada Apètèbí. La mujer se nombra apètèbí porque desde ese instante, al recibir Ifá, entra de por vida en comunión con Òrúnmìlà. Sin embargo para el hombre ese es solo un paso de iniciación. Si vamos a las raíces nos damos cuenta que tanto la Awofakan como el Ìkófá son las identificaciones afrocubanas a un proceso religioso yorùbá que se reconoce en Nigeria como Ìşéfá (ìshéfá) que es donde se entrega a la persona una sola mano de Ifá.
Sin embargo, cabe la duda siguiente: ¿Por qué si en ambos casos los ritos son semejantes, al proceso del varón se le llama Awofakan y al de la hembra Ìkófá?
La raíz etimológica de ambas palabras lo dice todo, Awofakan proviene de las palabras yorùbás àwo-Ifá-kan que significan: “Un recipiente de Ifá”. Ìkófá, por su parte, se piensa que proviene de la unión de las palabras Ìkókó-Ifá, que significan: “Un nacimiento de Ifá”. O sea, en ese momento la mujer nace ante Ifá y es reconocida por él, el Odù que describe su camino en la vida se muestra esa sola vez. Ahora, estas palabras tienden a confundirnos porque nosotros, los practicantes de la tradición afrocubana, que no usamos los acentos tonales ni las tildes correctamente, pensamos que Ikoko es cazuela y Awo es secreto. En yorùbá Ikoko es una palabra desconocida, Ìkókó significa recién nacido, Ìkòkò significa cazuela y Ìkookò significa lobo y en algunos poblados le llaman así a las hienas. Por otra parte, Awo en yorùbá es un símil de la palabra Babaláwo, Àwo significa recipiente o plato y Àwò significa piel o color según el contexto. Como se puede ver, el error no es de los ancestros sino de los que vinimos después que, como yo mismo pensé una vez, considerábamos que Awofakan solo se podía desglosar en las palabras Owó-Ifá-kan (Una mano de Ifá) y que Ìkófá era un vocablo inventado. Ahora, después de haber explicado esto, debemos entender que Omofá (Omo-Ifá) significa: “el hijo de Ifá”, o sea, que es quien nació en Ifá y para nacer en Ifá, el hombre necesita más de una mano de Ifá y más de un recipiente. En Nigeria, el recipiente donde reside Ifá se le llama Àwo Ifá o Ìşaàsùn Ifá y es un recipiente tradicional dividido en 5 secciones, donde en 4 secciones se almacenan los ikines y en una sección circular en el centro se guardan los Òpèlè y los Ìbò Ifá. Además, en la tendencia tradicional nigeriana, las personas se comienzan a considerar Omofá desde que comienzan a estudiar Ifá y a regir su vida por él.
Por tanto, desde mi apreciación quizás se sea algo excluyente con el hombre al llamarlo Àleyò cuando ya tiene una ceremonia realizada, pero no creo que deba nombrarse todavía como Omofá.
Mo dúpẹ́ Pùpọ́!
¡Muchas gracias!
Kí gbogbó Òrìşà gbé àwúre fún o!
¡Que todos los Orishas consumen suerte positiva para ustedes!
Àşẹ, Àşẹ, Àşẹ, o!
¡Así sea, así sea, así sea!
Ifáràbàle
:: Ilé Ifá Ìwà Sùúrù ::
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¿Cómo llamarías al hombre que ha recibido su Awofaka? ¿Aleyo?
Si a la mujer la llamas Apetervi. Pudiera ser Omofa, pero quizás se entra en una contradicción pues hay quien considera que el Omofa es aquel que tiene hecho Ifa.
El hombre que recibe Awofakan no por eso debe ser nombrado como Omofá, aun cuando la mujer después del Ìkófá sea nombrada Apètèbí. La mujer se nombra apètèbí porque desde ese instante, al recibir Ifá, entra de por vida en comunión con Òrúnmìlà. Sin embargo para el hombre ese es solo un paso de iniciación. Si vamos a las raíces nos damos cuenta que tanto la Awofakan como el Ìkófá son las identificaciones afrocubanas a un proceso religioso yorùbá que se reconoce en Nigeria como Ìşéfá (ìshéfá) que es donde se entrega a la persona una sola mano de Ifá.
Sin embargo, cabe la duda siguiente: ¿Por qué si en ambos casos los ritos son semejantes, al proceso del varón se le llama Awofakan y al de la hembra Ìkófá?
La raíz etimológica de ambas palabras lo dice todo, Awofakan proviene de las palabras yorùbás àwo-Ifá-kan que significan: “Un recipiente de Ifá”. Ìkófá, por su parte, se piensa que proviene de la unión de las palabras Ìkókó-Ifá, que significan: “Un nacimiento de Ifá”. O sea, en ese momento la mujer nace ante Ifá y es reconocida por él, el Odù que describe su camino en la vida se muestra esa sola vez. Ahora, estas palabras tienden a confundirnos porque nosotros, los practicantes de la tradición afrocubana, que no usamos los acentos tonales ni las tildes correctamente, pensamos que Ikoko es cazuela y Awo es secreto. En yorùbá Ikoko es una palabra desconocida, Ìkókó significa recién nacido, Ìkòkò significa cazuela y Ìkookò significa lobo y en algunos poblados le llaman así a las hienas. Por otra parte, Awo en yorùbá es un símil de la palabra Babaláwo, Àwo significa recipiente o plato y Àwò significa piel o color según el contexto. Como se puede ver, el error no es de los ancestros sino de los que vinimos después que, como yo mismo pensé una vez, considerábamos que Awofakan solo se podía desglosar en las palabras Owó-Ifá-kan (Una mano de Ifá) y que Ìkófá era un vocablo inventado. Ahora, después de haber explicado esto, debemos entender que Omofá (Omo-Ifá) significa: “el hijo de Ifá”, o sea, que es quien nació en Ifá y para nacer en Ifá, el hombre necesita más de una mano de Ifá y más de un recipiente. En Nigeria, el recipiente donde reside Ifá se le llama Àwo Ifá o Ìşaàsùn Ifá y es un recipiente tradicional dividido en 5 secciones, donde en 4 secciones se almacenan los ikines y en una sección circular en el centro se guardan los Òpèlè y los Ìbò Ifá. Además, en la tendencia tradicional nigeriana, las personas se comienzan a considerar Omofá desde que comienzan a estudiar Ifá y a regir su vida por él.
Por tanto, desde mi apreciación quizás se sea algo excluyente con el hombre al llamarlo Àleyò cuando ya tiene una ceremonia realizada, pero no creo que deba nombrarse todavía como Omofá.
Mo dúpẹ́ Pùpọ́!
¡Muchas gracias!
Kí gbogbó Òrìşà gbé àwúre fún o!
¡Que todos los Orishas consumen suerte positiva para ustedes!
Àşẹ, Àşẹ, Àşẹ, o!
¡Así sea, así sea, así sea!
Ifáràbàle
:: Ilé Ifá Ìwà Sùúrù ::
Hola Ifáràbàle, sigo tus publicaciones y comentarios desde las primeras versiones de Oshasocial y me gustaría que me aclararas algo relativo a lo que comentas en tu artículo de Awofaka e Ikofá. La pregunta es la siguiente ¿Porqué si la mujer desde que recibe la mano de Orula recibe a Ifá (Orunmila) en comunión o sea se complementa o lo recibe de forma completa no recibe los 16 Inkines sagrados y se le entrega solo una semilla de Ifá a veces dos? Gracias por dedicar tu tiempo a aclarar nuestras dudas y traernos un poco de luz a aquellos que queremos ver más allá de la mera repetición de frases y conceptos en nuestra religión.
¡Hola Saulier! Gracias por el apoyo y por leer las publicaciones que he realizado en las cuales al parecer he ayudado un poco a mitigar tu sed de conocimiento y algunas de tus dudas.
La pregunta que me presentas en tu comentario, es perspicaz, comprensible pero muy peligrosa y teniendo en cuenta que estamos en un foro donde no hay filtros por grados de iniciación, hay algunas cosas que no me siento seguro de compartir por el hecho de que estaría violando la famosa regla que indica que cada quien debe conocer hasta donde ha sido iniciado y un análisis exhaustivo a partir de tu pregunta implicaría análisis de los ritos de la ceremonia de la «Mano de Orula». No obstante, como estamos en un marco social y cultural en el cual entramos todos, te voy a responder limitándome a ese concepto.
Antes de darte mi punto de vista, aclaro que por tendencia cultural, se nos impuso que en la práctica religiosa «cada quien tiene su librito», algo que sirve de pretexto para que cada religioso pueda realizar las cosas a su manera y sin cuestionamientos. Las ceremonias que heredamos, las heredamos en base a mímicas, de copia y pega, bajo el orgullo de no preguntar y sin reflexión ni detalles al tampoco nadie explicar. Sin embargo, aunque muchas veces la persona que hacía la ceremonia, podía explicar con «alguna razón religiosa» el por qué las cosas se hacían así, hay detalles que se escapan de lo coherente. Tu pregunta toca uno de esos detalles.
«¿Porqué si la mujer desde que recibe la mano de Orula recibe a Ifá (Orunmila) en comunión o sea se complementa o lo recibe de forma completa no recibe los 16 Inkines sagrados y se le entrega solo una semilla de Ifá a veces dos?»
Lo interesante es que según el signo que saca la mujer en Itá, por reglas de la diáspora, hay quien recibe 1, 2, 5 o incluso los 16. La variación depende del signo que saque la persona y de los criterios del padrino. Lo curioso es por qué en el Ìşéfá (ìshéfá), que es la ceremonia original de la cual deriva esta, no se hace esta diferencia.
La respuesta desde el punto de vista social y cultural y basándome en mi criterio personal, es: por machismo, marginación y conveniencia.
Si te das cuenta, la mujer solo tiene un paso grande en Ifá y es la ceremonia de Ìkófá. A partir de ahí puede recibir nombramientos de Ifá, pero solo si es madre o esposa de un babalawo; lo que la hace depender de un hombre para crecer en Ifá e incluso la obliga a someterse a una diferencia que por lógica no corresponde. La mujer en Ifá afrocubano, según algunas «ramas», sí recibe una mano de 16 ikines llamada «Adelewanifá Tolú». Esta ceremonia no todos la hacen y se lleva a cabo cuando la mujer en cuestión tiene suficiente estudio, experiencia y levanta un Ifá (preferiblemente del esposo). Como primera raíz de por qué alguien decidió no entregar ese número de ikines, tenemos esa. Una mujer no podía igualarse al hombre, en una sociedad machista como era la sociedad en que estas ceremonias comenzaron a volver a practicarse y me refiero a la Cuba colonial y neocolonial. Por ende, no podían recibir una cantidad de ikines que podrían dar independencia legítima en la adivinación (desde las reglas de aquellos tiempos), orgullo y vanidad, que representaría poder e incluso podría dar la oportunidad de compararse con el hombre que había recibido una cantidad parecida. Por estas razones, considero que se generó la diferencia, porque no hay más explicaciones contundentes que puedan justificarlo.
Fuera de lo anteriormente dicho, caben análisis de la ceremonia que como dije no voy a tocar aquí. Lo grave es que en ciertos puntos la ceremonia es incoherente y genera un diferencia en el proceder injusta para ambos géneros (masculino y femenino).
Bueno, espero haber podido aunque sea un poco satisfacer tu duda. Gracias por preguntar.
Saludos,
Ifáràbàle
Hola Ifáràbàle muchas gracias por tu amplia explicación, ahora lo entiendo mejor. ¿Entonces en Ìşéfá en Nigería si se entregan los 16 Inkines? Un buen amigo me comentó hace un tiempo que hay muchas formas de entregar Orula en la cultura Yoruba y que muchas son bastante diferentes de la que conocemos la mayoría de los que hemos recibido Orula en cuba o de manos de un Cubano. Incluso me habló que en ocasiones son ceremonias mucho mas sencillas, si sabes algo sobre esto y puedes comentarme tu punto de vista te lo agradezco. Por cierto soy Omó Changó y estoy coronado. Una vez más gracias por su tiempo y su disposición a escribir estos artículos. Saludos
Hola @saulier! Respecto a tu pregunta, te comento que en la ceremonia de Ìşéfá de la cual tengo conocimiento sí se entregan los 16, porque se entrega toda una mano de Ifá. No dudo que existan distintas variantes pero lo cierto es que no lo tengo verificado. Imagino que sí es posible, porque Nigeria se compone de distintos grupos étnicos que en su mayoría tienen una forma particular de hacer las cosas. Si investigo más al respecto te daré mis puntos de vista.
Gracias por leerme y darme también parte de tu tiempo. Me alegra saber que existe gente dedicada al estudio profundo. Saludos!
gracias querido hermano ifarabale ọpọlọpọ ibukun