A Ọ̀bàtálá se le conoce como el Rey de los Òrìṣàs. Su fuerza espiritual fue el puente que trajo la conciencia y la forma a la creación. Es por eso que Ọ̀bàtálá se equipara con la conciencia misma, específicamente una conciencia tranquila y fría. Ọ̀bàtálá es una extensión del poder espiritual conocido como sùúrù (paciencia) y sòtito (veracidad y fidelidad). Ọ̀bàtálá tiene una profunda resonancia con las primeras formas de vida. Se identifica a su vez con reptiles, serpientes, elefantes y en particular con el caracol porque lleva una casa en forma de secciones en honor a la perfección del universo y la sabiduría. Además, está compuesto de mucosidad y músculos que representan la etapa de creación antes de forjarse el esqueleto.
Es por eso que también se le conoce cómo la fuente de la conciencia.
Ọ̀bàtálá aparece como un espíritu masculino y femenino en las historias de Ifá según las tradiciones conservadas en los diferentes distritos Yorùbás. Con más frecuencia Ọ̀bàtálá es visto como el esposo de Yemòwó un espíritu de pureza atribuido a la arcilla blanca y la creatividad que esculpe el mundo junto con él. Algunas historias dicen que Yemọja nació de esta unión primordial mientras que otras tradiciones dicen que Ọ̀bàtálá nunca tuvo un hijo propio; su capacidad es la fuerza que hizo que el misterio del óvulo y la esperma se fusionen y como tal es el padre de todos no de nadie en particular. Esta es una referencia adicional a que Ọ̀bàtálá es el espíritu que trajo la conciencia al mundo en todas sus 256 formas diferentes como se expresa en los Odù de Ifá. Como Ọ̀bàtálá es la suma de la conciencia todos somos en este sentido sus hijos.
Lo que podría parecer una contradicción en muchas historias es cómo funciona la energía de Ọ̀bàtálá en nuestro mundo. Ọ̀bàtálá pertenece a una clase de espíritus conocida como funfun que generalmente se traduce como la blancura, lo blanco o esplendor. Todas estas fuerzas espirituales están relacionadas con ideas de pureza, moderación, estabilidad, creatividad y creación ya sea en términos de traer seres animados o formar una comunidad armoniosa. Se deduce que todos los espíritus funfun que vinieron a la tierra se convirtieron en gobernantes de ciudades y distritos debido a sus capacidades extraordinarias para comprender los principios fundamentales de la creación y la organización cósmica. Funfun es una referencia a lo que está oculto y es misterioso; de ahí las historias y mitos divergentes a veces contradictorios sobre Ọ̀bàtálá. La blancura de los espíritus funfun es un campo de paz tranquila que se contrasta con dúdú o negrura. Dúdú se refiere a lo que está oculto y es esto lo que muchos espíritus revelan en forma de misterio. Como tal podemos entender que funfun es una fuerza que se revela a sí misma poco a poco y por lo tanto lleva la advertencia de que la estabilidad y la tranquilidad son condiciones previas necesarias para hacer un uso positivo de la revelación del misterio. Aquí se vislumbran las dimensiones metafísicas que producen el día de la noche, así como los cambios de conciencia desde la creación en el útero.
Ọ̀bàtálá por tanto representa nuestro viaje a través de un mundo de paradojas y misterios para experimentar la bondad y llegar al puerto de la tranquilidad. Esto es posible gracias a la acumulación de sabiduría y comprensión a medida que cultivamos nuestro carácter y gradualmente aumentamos nuestra conciencia y no solo de nosotros mismos sino también nuestra conciencia colectiva.
Todos estamos juntos en este viaje gracias a Ọ̀bàtálá.
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A Ọ̀bàtálá se le conoce como el Rey de los Òrìṣàs. Su fuerza espiritual fue el puente que trajo la conciencia y la forma a la creación. Es por eso que Ọ̀bàtálá se equipara con la conciencia misma, específicamente una conciencia tranquila y fría. Ọ̀bàtálá es una extensión del poder espiritual conocido como sùúrù (paciencia) y sòtito (veracidad y fidelidad). Ọ̀bàtálá tiene una profunda resonancia con las primeras formas de vida. Se identifica a su vez con reptiles, serpientes, elefantes y en particular con el caracol porque lleva una casa en forma de secciones en honor a la perfección del universo y la sabiduría. Además, está compuesto de mucosidad y músculos que representan la etapa de creación antes de forjarse el esqueleto.
Es por eso que también se le conoce cómo la fuente de la conciencia.
Ọ̀bàtálá aparece como un espíritu masculino y femenino en las historias de Ifá según las tradiciones conservadas en los diferentes distritos Yorùbás. Con más frecuencia Ọ̀bàtálá es visto como el esposo de Yemòwó un espíritu de pureza atribuido a la arcilla blanca y la creatividad que esculpe el mundo junto con él. Algunas historias dicen que Yemọja nació de esta unión primordial mientras que otras tradiciones dicen que Ọ̀bàtálá nunca tuvo un hijo propio; su capacidad es la fuerza que hizo que el misterio del óvulo y la esperma se fusionen y como tal es el padre de todos no de nadie en particular. Esta es una referencia adicional a que Ọ̀bàtálá es el espíritu que trajo la conciencia al mundo en todas sus 256 formas diferentes como se expresa en los Odù de Ifá. Como Ọ̀bàtálá es la suma de la conciencia todos somos en este sentido sus hijos.
Lo que podría parecer una contradicción en muchas historias es cómo funciona la energía de Ọ̀bàtálá en nuestro mundo. Ọ̀bàtálá pertenece a una clase de espíritus conocida como funfun que generalmente se traduce como la blancura, lo blanco o esplendor. Todas estas fuerzas espirituales están relacionadas con ideas de pureza, moderación, estabilidad, creatividad y creación ya sea en términos de traer seres animados o formar una comunidad armoniosa. Se deduce que todos los espíritus funfun que vinieron a la tierra se convirtieron en gobernantes de ciudades y distritos debido a sus capacidades extraordinarias para comprender los principios fundamentales de la creación y la organización cósmica. Funfun es una referencia a lo que está oculto y es misterioso; de ahí las historias y mitos divergentes a veces contradictorios sobre Ọ̀bàtálá. La blancura de los espíritus funfun es un campo de paz tranquila que se contrasta con dúdú o negrura. Dúdú se refiere a lo que está oculto y es esto lo que muchos espíritus revelan en forma de misterio. Como tal podemos entender que funfun es una fuerza que se revela a sí misma poco a poco y por lo tanto lleva la advertencia de que la estabilidad y la tranquilidad son condiciones previas necesarias para hacer un uso positivo de la revelación del misterio. Aquí se vislumbran las dimensiones metafísicas que producen el día de la noche, así como los cambios de conciencia desde la creación en el útero.
Ọ̀bàtálá por tanto representa nuestro viaje a través de un mundo de paradojas y misterios para experimentar la bondad y llegar al puerto de la tranquilidad. Esto es posible gracias a la acumulación de sabiduría y comprensión a medida que cultivamos nuestro carácter y gradualmente aumentamos nuestra conciencia y no solo de nosotros mismos sino también nuestra conciencia colectiva.
Todos estamos juntos en este viaje gracias a Ọ̀bàtálá.